lunes, 26 de abril de 2010

TV Digital Terrestre

El apagón analógico tiene fecha: julio de 2019

En 9 años ninguno de los televisores argentinos servirá para mirar la programación abierta: el sistema actual será reemplazado por la TV digital terrestre.

Así es queridos ciudadanos. La televisión, como la conocemos hoy, se apagará en julio de 2019. Para esa fecha la Argentina tendría que haber hecho su “apagón analógico”, lo cual no es otra cosa que el cese de transmisiones de la TV analógica (la tecnología actual) para ser reemplazada por la TV digital terrestre (TDT).

En criollo, esto significa que los televisores –incluso los delgados plasmas que están ahora en las vidrieras de las casas de electrodomésticos– ya no servirán para mirar televisión abierta. Habrá que comprar nuevos televisores preparados para recibir señales digitales de la norma adoptada por nuestro país (ISDB-T, desarrollada por Japón y modificada por Brasil), o bien adquirir un decodificador (“set top box” en la jerga electrónica) que pueda convertir la señal digital en analógica.

La cuenta regresiva para este recambio generacional de la televisión ya está en marcha y llevará una década completarlo. A la fecha, sólo Japón y Estados Unidos han concretado sus apagones (y en breve se sumará Corea del Sur). La Unión Europea lo hará en 2012 y Brasil en 2018.

Pero, más allá de los plazos, la conversión no es un proceso sencillo. “La experiencia en otros países muestra que en todos los casos la incorporación de tecnología es progresiva”, señala Daniel Caviglia, docente de la UBA experto en TV digital. “En Estados Unidos establecieron que el apagón debía hacerse en 2003, a condición de que el 80% de los hogares tuvieran equipos de TV digital. Como no se llegó a ese porcentaje, el apagón se produjo en febrero de 2009, es decir seis años después de la fecha prevista inicialmente. Aun así, el gobierno tuvo que dar créditos para que la franja más pobre de la población pudiera comprar un decodificador (de 80 dólares) y que no quedara fuera del acceso a la TV”.

En nuestro país, este año comenzarían las primeras transmisiones de TDT y el lanzamiento sería simultáneo en todas las capitales de las provincias y en otras ciudades como Rosario, Bahía Blanca o Bariloche. Así lo dijo hace pocos días, en el marco del II Foro de Sociedades Digitales, Osvaldo Nemirovsci –el funcionario del Ministerio de Planificación que tiene a su cargo el proceso de implementación de la TDT–. Sin embargo, que se transmita no significa que alguien pueda ver TV digital en su casa, todavía.

Los actuales canales de televisión abierta son los primeros que tienen que hacer la conversión tecnológica. Tanto Canal 13 como Telefe vienen haciendo pruebas hace varios años aunque con las normas americana y europea. En concreto, la incorporación de la TDT significará que cada uno de los canales de TV abierta podrá multiplicarse por cinco.

“La TV digital permite que en el ancho de banda que hoy ocupa un canal analógico se puedan poner de 4 a 6 canales digitales, dependiendo del tamaño de la imagen. Para transmisiones en alta definición sólo se puede poner un canal, pero para la definición actual entran de 4 a 6. O sea que para transmitir los partidos del mundial de fútbol, por ejemplo, un licenciatario puede poner en el aire un solo canal en HD (alta definición) y luego volver a la transmisión estándar, con 4 canales”, explica Caviglia.

En el caso de la televisión pública, ya se anunció que en el mismo espacio que hoy ocupa Canal 7 también podrán verse otros tres canales: Encuentro, Paka Paka (infantil) y una señal del INCAA dedicada al cine argentino. En todos los casos el acceso a los canales de TDT será gratuito, ya que serán extensiones de los actuales canales de TV abierta (sean públicos o privados). O sea que la incorporación de la tecnología de TV digital no modificará en nada al actual sistema de televisión paga, ya sea por cable o satelital. De hecho, entre los canales pagos ya hay varios que transmiten con calidad de alta definición.

Seguramente la crisis que hoy experimentan los medios masivos tomará un nuevo rumbo con la incorporación de la TDT. Además de la multiplicación de canales (por la optimización del espacio radioeléctrico), mejorará la calidad de las imágenes, se eliminarán posibilidades de interferencias, y la relación entre el ancho y el alto de la pantalla estará más cercana a la del cine. Prescindiendo de toda metáfora, la televisión de hoy, que es casi cuadrada (4:3), será más rectangular (16:9).

En cuanto a las promesas de prestaciones interactivas de la TV digital, Caviglia se permite dudar: “Se ha difundido la idea de que permitirá la interacción con programas, selección ‘a pedido’, opciones de multicámara, votaciones en concursos, etc. Pero la realidad es que es un sistema de radiodifusión, donde el usuario tiene un receptor y no puede emitir desde ese receptor hacia el canal que está viendo”.

De todos modos, la tendencia a la convergencia tecnológica no para de producir novedades, y ya hay quienes señalan que con los futuros decodificadores también se podrá brindar servicio wi-fi de internet. Por ahora, sí es seguro que entre las prestaciones de los deco los canales podrán brindar textos con descripciones de cada programa, datos anexos, etcétera.

Quizás una de las modificaciones más fuertes que puede llegar a cambiar el hábito de mirar tele, y por lo tanto algunos de sus contenidos, es que podrá sintonizarse desde dispositivos móviles: mirar un programa de TV abierta en la pantalla de un celular o en un televisor portátil puede llegar a ser algo cotidiano en el futuro.

Es de esperar que el “apagón analógico” sea un hito entre las transformaciones culturales de la TV. Resta saber si se cumplirá el plazo del año 2019 y si será una figura emblemática de la televisión la que en solemne acto saque el enchufe de la tele analógica. Hasta ahora los lugares estelares de la historia televisiva estuvieron reservados para mujeres: el rostro de Eva Perón fue la primera imagen que mostró la televisión argentina en 1951, y Pinky fue la encargada de presentar la primera transmisión de la televisión en color. Si habrá o no una “dama del apagón” sólo se sabrá dentro de diez años.

Ciencia

Vamos a olvidarnos de la ciencia como algo demasiado importante como para no tocarlo.

jueves, 22 de abril de 2010

Día de la tierra





Imágenes que muestras cómo se ven agua, tierra, hielo y fuego desde el espacio.

Ballenas


Este jueves se hará pública una propuesta que legalizaría la pesca comercial de las ballenas por primera vez en 24 años.

La aprobación de esta propuesta dependerá en gran parte de la reacción inmediata que provoque a nivel mundial -- y según dicen los expertos, muchos gobiernos planean hacerse a un lado y permitir que se reanude la caza comercial de ballenas. Es necesario que se produzca un clamor global de inmediato para asegurar que estos gobernantes se comprometan a actuar con firmeza para salvar a las ballenas.

Avaaz ha lanzado una petición de último momento para mostrarle a nuestros líderes que sus ciudadanos quieren proteger a las ballenas, no cazarlas, matarlas y venderlas. La petición se enviará a los delegados de la Comisión Ballenera Internacional cada vez que reunamos 100,000 firmas --


Entra al enlace y firmá vos también

http://www.avaaz.org/es/whales_under_threat/?vl

miércoles, 21 de abril de 2010

Decálogo de valores culturales de la Ciencia

1. Curiosidad. La ciencia se basa, ante todo, en un insaciable deseo de conocer y comprender, que se puede manifestar de muchas formas; por ejemplo, en la búsqueda de datos complementarios y de su significado en cada situación. Albert Einstein sintetizó como nadie la necesidad de curiosidad: «Lo importante es no cesar de preguntarse cosas».

2. Escepticismo. La ciencia promueve la búsqueda y exigencia de pruebas, y la evaluación continua del conocimiento con espíritu crítico. En ciencia se ha de cuestionar todo y es imprescindible la honestidad, pues tarde o temprano se impone la realidad de los hechos.

3. Racionalidad. Entendiendo como tal un respeto a la lógica, así como la necesidad de considerar antecedentes y consecuencias de cada fenómeno analizado. Es la base para buscar causas y motivos de los fenómenos. Por ejemplo, la persona racional no es supersticiosa.

4. Universalidad. Es decir, que lo que es válido para uno es válido para todos, independientemente de la raza, la religión o la cultura. La ciencia y la tecnología constituyen un elemento común a las culturas del mundo, pertenecen a toda la humanidad.

5. Provisionalidad. Es una característica esencial del conocimiento científico. Aunque pueda resultar incómodo, debemos incorporar ese hecho como un valor, frente a esquemas de certeza, permanencia e inmutabilidad. Este es un punto crítico, porque a muchas personas les gustan las respuestas firmes, y la incertidumbre es difícil de aceptar. Hemos de acostumbrarnos -educarnos- a convivir con la provisionalidad: «No se llega a la certeza con la razón sino con la fe», nos dijo Guillermo de Occam.

6. Relatividad. Muy relacionado con lo anterior está la necesidad de matices que necesita una calidad en las afirmaciones. La incertidumbre de resultados, el margen de error, el borde de la indefinición o la frontera son terrenos habituales por donde se mueve la ciencia, y el transitar por ellos nos educa en la comprensión de los niveles de riesgo, el valor de las estadísticas y la capacidad de evaluar a priori el éxito o fracaso de una iniciativa.

7. Autocrítica. Es esencial en la ciencia el dudar de toda conclusión que uno mismo formula, comenzando inmediatamente a buscarle sus puntos débiles. La ciencia es crítica consigo misma, y también debe estar abierta al escrutinio social, histórico y cultural, tanto por parte de intelectuales como de la sociedad en general.

8. Iniciativa. La necesidad de revisión continua que tiene la ciencia y la posibilidad permanente de mejorar las soluciones tecnológicas obligan a una actitud de inconformismo y emprendedora, a la valoración y asunción de riesgos en la innovación, asumiendo los ensayos fallidos como pasos imprescindibles y útiles de un proceso.

9. Apertura. Es decir, la disponibilidad para escuchar y aceptar ideas de los demás, y también para cambiar las propias en función de las evidencias que se nos ofrecen. La apertura es imprescindible para la innovación y para que fructifique la creatividad.

10. Creatividad. Es clave en la tecnología, para buscar soluciones a problemas divergentes, y para establecer relaciones originales, diseñar experiencias, proponer hipótesis, inventar y diseñar leyes, crear modelos, teorías, aparatos, mecanismos, procedimientos, métodos…

martes, 20 de abril de 2010

La grulla


Singularidades extraordinarias de animales ordinarios

-Récord de edad: lo ostenta la grulla siberiana, el pájaro más viejo identificado. Se llama Wolf y falleció en el Winconsin Internacional Crane Center en 1988 a la edad de 83 años. -Récord de evolución: La grulla gris tiene el récord de la especie de ave con la supervivencia más larga: un hueso de una pata de 9 millones de años de antigüedad hallado en Nebraska es exactamente idéntico al de una grulla gris actual. -Récord de altura: la grulla de cola blanca es el pájaro volador que es más alta: 1,85 metros. Podría jugar en la NBA. -Récord de altura en vuelo: la grulla común es el ave que vuela más alto: 9.800 metros. A esa altura son invisibles desde el suelo. -Récord ruidoso: a pesar de estar a 9.800 metros de altura, la grulla común es tan escandalosa que se puede oír desde el suelo. -Récord de baile: usan una elaborada coreografía para desarrollar las habilidades sociales cuando son jóvenes y para llevar a cabo el cortejo a una edad más madura. En una bandada, cuando una grulla empieza a darle al baile, las otras la imitan: se inclinan, saltan, corren e incluso toman pequeños objetos con el pico y los lanzan al aire.

No en vano, según las fábulas romanas, el dios Hermes se inspiró en las formas de letras que las grullas describían en el cielo para inventar la escritura.

Existen pruebas de imitación de los bailes de las grullas por parte de los humanos ya en el año 7000 a. C. Entre los ainu chinos y los hokkaido de Japón, los chamanes de Siberia y los pigmeos Ba Twa de África central, la danza de la grulla es un ritual esencial. Plutarco describe cómo celebró Teseo la derrota del Minotauro bailando como una grulla.