lunes, 19 de enero de 2009

La melodía amorosa de los mosquitos


Científicos estadounidenses descubrieron que los mosquitos producen una melodía mientras se aparean, batiendo sus alas al mismo tiempo en armonía.

Mosquito Aedes aegypti, vector del dengue - Foto:OMS/TDR/Stammers

El Aedes aegypti es el principal trasmisor del dengue y de la fiebre amarilla.

Los investigadores observaron a un macho Aedes aegypti persiguiendo a una hembra de su especie en un vuelo de apareamiento y grabaron la "canción de amor" del cortejo.

Este insecto trasmite enfermedades como la fiebre amarilla o el dengue, así que los científicos están buscando la manera de controlar su población.

Según explicaron a la revista Science los miembros de un equipo de investigación de la Universidad de Cornell, en Nueva York, la comprensión de los hábitos de apareamiento de los mosquitos podría abrir nuevas vías de investigación.

El ruido de un mosquito hembra volando puede resultar irritante para los humanos, pero para su compañero macho es una señal de apareamiento irresistible.

"Música"

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La malaria sigue siendo una de las principales causas de muerte en el tercer mundo.

Ya se sabía que tanto machos como hembras tienen un tono de vuelo característico, que producen batiendo sus alas.

Pero cuando los científicos de la Universidad de Cornell observaban a un ejemplar de Aede aegypti persiguiendo a su compañera, se sorprendieron al escuchar un nuevo tipo de "música".

La pareja de amantes empezó a batir sus alas al mismo tiempo a una frecuencia sincronizada de 1.200 hertzios.

De hecho, descubrieron que el tono más alto de esta "melodía" excede el límite auditivo conocido de estos insectos.

Hasta ahora incluso se pensaba que las hembras eran sordas, pero los científicos hallaron que su campo auditivo llega a los 2.000 hertzios.

Tan sólo podemos lograr nuevas estrategias con una comprensión clara del comportamiento de los mosquitos, algo que ha sido descuidado por los científicos

Estos descubrimientos pueden inspirar nuevos métodos para interferir en el proceso de apareamiento del Aedes aegypti y del Anopheles gambiae, este último responsable de la trasmisión de la malaria.

"Abre la puerta a un nuevo mundo de posibilidades para controlar a los mosquitos", señaló Laura Harrington, profesora asociada de la Universidad de Cornell y co autora del estudio.

"Durante décadas nos han faltado nuevas herramientas para controlar a los mosquitos. La detección de nuevos casos de malaria está en su nivel más alto e infecciones emergentes, como la fiebre del dengue, están aumentando a un ritmo alarmante".

Según Harrington, tan sólo se podrán idear nuevas estrategias "con una comprensión clara del comportamiento de los mosquitos, algo que ha sido descuidado por los científicos".

Nuevas estrategias

Aedes aegypti
Las hembras reconocen a los machos que han sido modificados en el laboratorio.

Tradicionalmente a los mosquitos que trasmiten malaria y el dengue se les controla con insecticidas, lo que tiene un éxito limitado.

La clave está en desarrollar estrategias de control más sofisticadas que podrían consistir en hacer que los insectos dejen de reproducirse.

Mediante la creación en el laboratorio de machos estériles, se podría engañar a las hembras para que se aparearan con un compañero que no las fecundara.

Si se soltara un número suficiente de estos insectos durante un periodo de tiempo suficiente, en teoría se produciría un declive poblacional.

Otra estrategia consistiría en liberar mosquitos que hayan sido genéticamente modificados de manera que no puedan trasmitir el virus del dengue.

"El gran obstáculo", según la profesora Harrington, "es que las hembras pueden saber si un macho ha sido modificado".

"Créanme, lo saben", asegura la investigadora.

"Así que estamos intentando descubrir lo que hace al macho más atractivo. Es un misterio. Podría ser un olor o sus marcas brillantes blancas y negras", explica Harrington.

"Pero creemos que las hembras comprueban el estado de los machos en base a lo bien que estos cantan".

Irresistible

Instrumental de laboratorio
Una estrategia consistiría en liberar mosquitos que hayan sido modificados genéticamente.

La profesora Harrington espera que en un futuro se puedan criar machos transgénicos "que sean mejores cantantes".

Esos machos melifluos serían irresistibles para las hembras, que se aparearían con ellos "aunque no les conviniera".

La pareja produciría crías que serían inviables o que no podrían trasmitir el virus del dengue.

"Si podemos interrumpir el apareamiento y la reproducción, tendremos una herramienta efectiva para controlar a los mosquitos", afirma la profesora Harrington.

"Si se elimina el vector, se elimina la enfermedad. Parece simple, pero no hemos descubierto nada nuevo para controlar a estos insectos desde se empezó a utilizar el (insecticida) DDT".

Pero estas estrategias genéticas tendrán que superar grandes obstáculos, el mayor la gran cantidad de mosquitos de laboratorio que se tendrían que crear.

Un plan alternativo sería utilizar interferencias acústicas haciendo sonar frecuencias de audio que confundan a los mosquitos o les quiten las ganas de aparearse.

"Es una nueva área que hemos de explorar", explica Harrington.

"Se conoce muy poco sobre el apareamiento de los mosquitos, especialmente de los machos. Quizás se deba a que todo sucede muy deprisa, en apenas diez segundos", concluye la investigadora.