



Imágenes que muestras cómo se ven agua, tierra, hielo y fuego desde el espacio.
Este jueves se hará pública una propuesta que legalizaría la pesca comercial de las ballenas por primera vez en 24 años.
La aprobación de esta propuesta dependerá en gran parte de la reacción inmediata que provoque a nivel mundial -- y según dicen los expertos, muchos gobiernos planean hacerse a un lado y permitir que se reanude la caza comercial de ballenas. Es necesario que se produzca un clamor global de inmediato para asegurar que estos gobernantes se comprometan a actuar con firmeza para salvar a las ballenas.
Avaaz ha lanzado una petición de último momento para mostrarle a nuestros líderes que sus ciudadanos quieren proteger a las ballenas, no cazarlas, matarlas y venderlas. La petición se enviará a los delegados de la Comisión Ballenera Internacional cada vez que reunamos 100,000 firmas --
1. Curiosidad. La ciencia se basa, ante todo, en un insaciable deseo de conocer y comprender, que se puede manifestar de muchas formas; por ejemplo, en la búsqueda de datos complementarios y de su significado en cada situación. Albert Einstein sintetizó como nadie la necesidad de curiosidad: «Lo importante es no cesar de preguntarse cosas».
2. Escepticismo. La ciencia promueve la búsqueda y exigencia de pruebas, y la evaluación continua del conocimiento con espíritu crítico. En ciencia se ha de cuestionar todo y es imprescindible la honestidad, pues tarde o temprano se impone la realidad de los hechos.
3. Racionalidad. Entendiendo como tal un respeto a la lógica, así como la necesidad de considerar antecedentes y consecuencias de cada fenómeno analizado. Es la base para buscar causas y motivos de los fenómenos. Por ejemplo, la persona racional no es supersticiosa.
4. Universalidad. Es decir, que lo que es válido para uno es válido para todos, independientemente de la raza, la religión o la cultura. La ciencia y la tecnología constituyen un elemento común a las culturas del mundo, pertenecen a toda la humanidad.
5. Provisionalidad. Es una característica esencial del conocimiento científico. Aunque pueda resultar incómodo, debemos incorporar ese hecho como un valor, frente a esquemas de certeza, permanencia e inmutabilidad. Este es un punto crítico, porque a muchas personas les gustan las respuestas firmes, y la incertidumbre es difícil de aceptar. Hemos de acostumbrarnos -educarnos- a convivir con la provisionalidad: «No se llega a la certeza con la razón sino con la fe», nos dijo Guillermo de Occam.
6. Relatividad. Muy relacionado con lo anterior está la necesidad de matices que necesita una calidad en las afirmaciones. La incertidumbre de resultados, el margen de error, el borde de la indefinición o la frontera son terrenos habituales por donde se mueve la ciencia, y el transitar por ellos nos educa en la comprensión de los niveles de riesgo, el valor de las estadísticas y la capacidad de evaluar a priori el éxito o fracaso de una iniciativa.
7. Autocrítica. Es esencial en la ciencia el dudar de toda conclusión que uno mismo formula, comenzando inmediatamente a buscarle sus puntos débiles. La ciencia es crítica consigo misma, y también debe estar abierta al escrutinio social, histórico y cultural, tanto por parte de intelectuales como de la sociedad en general.
8. Iniciativa. La necesidad de revisión continua que tiene la ciencia y la posibilidad permanente de mejorar las soluciones tecnológicas obligan a una actitud de inconformismo y emprendedora, a la valoración y asunción de riesgos en la innovación, asumiendo los ensayos fallidos como pasos imprescindibles y útiles de un proceso.
9. Apertura. Es decir, la disponibilidad para escuchar y aceptar ideas de los demás, y también para cambiar las propias en función de las evidencias que se nos ofrecen. La apertura es imprescindible para la innovación y para que fructifique la creatividad.
10. Creatividad. Es clave en la tecnología, para buscar soluciones a problemas divergentes, y para establecer relaciones originales, diseñar experiencias, proponer hipótesis, inventar y diseñar leyes, crear modelos, teorías, aparatos, mecanismos, procedimientos, métodos…
Ola de Calor
Algunas recomendaciones
Tomar mucha agua durante todo el día.
Evitar las comidas abundantes. Consumir alimentos frescos: frutas y verduras.
Evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes.
Usar ropa suelta, de materiales delgados y de colores claros.
No realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos. Tomar líquido
antes de comenzar cualquier actividad al aire libre.
Protegerse del sol poniéndose un sombrero o usando una sombrilla.
Usar cremas de protección solar , factor 15 o más.
Evitar actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación.
Lactantes y niños pequeños:
Darle el pecho a los lactantes con más frecuencia.
Hacerlo beber agua fresca y segura.
Trasladarlo a lugares frescos y ventilados.
Ducharlo o mojarle todo el cuerpo con agua fresca.
Al Señor
Jefe de Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Ingeniero Mauricio MACRI
Presente .
De mi mayor consideración y respeto:
Tengo el alto honor de dirigirme a Usted y a todo el elenco que lo secunda, con el fin de solicitarles rectifiquen o ratifique lo expresado ante los medios de difusión, donde fueron vertidas el pensamiento de los mismos con respecto a los docentes en general, diciendo que: “son todos Vagos”.
Lamento que tanto el señor Jefe como los miembros de su equipo de trabajo, piensen así de los maestros, porque me hacen dudar que clase de educación recibieron y si aquellos que los formaron fueron unos Vagos y ustedes son el producto y muestra o resultante de esa vagancia.
Los invito a ustedes a demostrar ante la comunidad y ante toda la sociedad, la veracidad de lo que dicen.
La escuela pública argentina ha sido y es una de las mejor consideradas a nivel internacional a través de toda su historia. Los educadores argentinos siempre han sido modelo de abnegación, compromiso y capacidad.
Para su conocimiento y el de todos sus laderos, le informo que el docente es uno de los más decentes de todos los profesionales, junto con los médicos, enfermeros y demás personal de la salud.
El que abraza la vocación por la enseñanza, jamás lo hace pensando en enriquecerse, ni en hacer fortuna con su trabajo. Lo hace, como una forma de llegar al prójimo, sobre todo al más necesitado, para brindarle por medio de un acercamiento al mundo del conocimiento y de las ideas, las herramientas necesarias para no caer en la esclavitud de aquellos que los pretenden ignorantes para poder manejarlos a su antojo y en beneficio propio.
Los docentes, esos Vagos, hacen todo lo que ustedes por negligencia, omisión o por estar atendiendo sus propios intereses dejan de hacer.
Los docentes son esos Vagos que día a día le brindan a cantidad de hambrientos de la panza y del corazón todo el alimento que está a su alcance, son los que prestan oído a esos padres desesperados por no tener trabajo y no tener con que alimentar a sus hijos. Son el paño de lágrimas de tantas madres solteras y/o abandonadas que no saben como educar solas a sus hijos sin los medios ni la preparación para hacerlo ante una sociedad llena de personajes que se encaraman en los más altos puestos del poder político, solamente para alcanzar sus más mezquinos intereses y aspiraciones, olvidándose de las promesas que hicieron a esos ingenuos, que creyeron en sus promesas y les permitieron con su voto llegar al lugar a donde han llegado.
Los docentes, esos Vagos, son los que pelean día a día con la vida y los medios para conseguir que todos sus alumnos tengan los útiles y herramientas que la familia no les puede brindar, para aproximarse al conocimiento.
Esos Vagos, son los que cuando un niño está enfermo, triste o presenta alguno de los tantos síntomas de abusos a los que son sometidos por mayores inescrupulosos, se preocupan por ellos, les brindan su apoyo incondicional y desinteresado, y se juegan ante la justicia para salvar a muchos de más humillación y más oprobio.
Los docentes, esos Vagos, son los que están permanentemente junto al niño y la familia.
Son los que se quedan fuera de horario para atender a ese niño cuyos padres no concurren a tiempo a retirarlos de los establecimientos por algún percance ocasional se lo impide, o por aquellos que consideran que la escuela es una guardería.
Son los que le sacan horas de atención a su familia para capacitarse permanentemente, para preparar sus clases, para corregir las tareas….
Si tanto odian a los maestros como para decir que son Vagos, porque no se fijan y concurren a las escuelas, con verdaderas necesidades, a interesarse por las mismas y no digitar desde sus escritorios que nuevos negociados perpetrarán escondidos detrás del lema de una supuesta mejora en la calidad educativa.
Estoy dolido, molesto y rabioso con usted y con todo su equipo, pero lo que se hace se paga de una u otra forma, en esta u otra vida, pero siempre se paga.
Y para que sepan señor Jefe de Gobierno y laderos, esta carta la estoy escribiendo en mi casa, después de una jornada intensa de trabajo esforzado y honrado, ingreso todos los días a las 07.30 de la mañana y me retiro de la escuela pasadas las 18.30 todos los días, sin contar los que he trabajado hasta las 21.00, 22.00 y hasta 23.00 horas, trabajando sin el pago de una sola hora extra, en forma silenciosa y permanente, pensando en el material humano que son mis chicos y en esa manga de Vagos que son mis maestros y de los cuales aprendo todos los días el arte de la entrega y el renunciamiento.
Yo escribo esta misiva desde el dolor que me provoca la ignorancia, arrogancia, soberbia y petulancia de los que nos “gobiernan”, que se permiten llamarles Vagos a aquellos que se entregan permanentemente y en forma desinteresada al servicio de los que más necesitan.
Escribo porque considero que si los que “Trabajan y no son vagos”, son como ustedes que no hacen otra cosa servirse del cargo que ostentan en propio beneficio y no como tendría que ser, estar al servicio de los demás desde el cargo, prefiero ser VAGO y no trabajador como ustedes.
Porque le he encontrado una nueva acepción o significado a esa palabra, que no está en ningún diccionario, pero si en el corazón de cada docente:
· V de valiente por enfrentarse en el día a día con las miserias humanas y tratar de brindar a los más necesitados la caricia de una palabra y el pan del amor sincero.
· A de audaz y de arriesgado por intentar cambiar desde ese pequeño puesto de maestro un mundo lleno de injusticias y de mezquindades.
· G de generoso porque para el que lo tiene todo ser generoso no es ningún mérito, si lo es para el que no tiene casi nada y lo da todo, sin esperar compensación alguna ni gloria vana.
· O de orgulloso por la diaria tarea, ardua y silenciosa de tratar de sembrar en nuestros niños sueños de libertad, de igualdad, de solidaridad.
Todo eso de lo que ustedes carecen.
Irrespetuosamente suyo, porque el respeto hay que merecerlo y hay que ganarlo, esperando su reparación pública a la ofensa inferida, de igual manera les saluda.
Roberto Juan Demarchi